Hoy es Martes de Post

Me he propuesto postear los Martes, salvo que me de flojera algún viaje o evento especial. Así me voy haciendo una rutina: Martes día de post, Miércoles le grabo el video a mi ahijada, el Jueves recibo el suyo y así vas organizando tus días cuando no tienes trabajo y tienes alma de control freak (liberosis parfavaaaar).

Sucede que hoy es Martes y me encuentro, por segundo día consecutivo, con 2 hombres portugueses en el departamento trabajando en los últimos detalles.

Esta vez no me tomaron por sorpresa, ni son los estafadores de la chimenea. Ellos están aquí por una buena causa: cambiar todas las instalaciones eléctricas y por fin conectar la cocina!!!

Sí. Hemos pasado estos 2 meses sin cocina. Con un horno, eso sí, alternando durante la semana entre el sushi de la carta con dibujitos y comida congelada de supermercado que se pueda cocinar en el horno. Aprendí a «freír» huevos en el horno, pero cómo he extrañado mi huevito pasado o un buen omelette! A partir de mañana exploraré mis habilidades culinarias para alimentarme mejor y entretenerme un poco. Se aceptan sugerencias de recetas #simples #faciles #rapidas #recetasfordummies

Bueno, focus #estoydispera.
Es Martes, día de post. Tengo muchos temas que desarrollar para este blog. Me falta contarte la historia de amor con mi galán, la historia de la traición #puñalenlaespalda de mi último ex, mi testimonio de lo que significa ser soltera en Lima y la variedad de cuentos chinos que he escuchado, la historia de cómo terminé estudiando y trabajando en hotelería, algunas historias de viajes y en fin… harto material pero…. pero… pero… no me puedo concentrar.
Además, no he tenido internet porque desconectaron todo.
Es así como me puse a pensar en la importancia del internet y algunas sorpresas que ha traído a mi vida.

Es cierto que nos hemos vuelto dependientes del internet, del celular, de una serie de dispositivos que si pues, envician. Pero la verdad es que, con un uso correcto y moderado, aportan mucho en la vida.

Ya te conté que mi mama vivió fuera desde que tenía 5 años. Desde los 5 hasta los 15 nos comunicábamos cada vez que se podía (y con este me refiero a un promedio de 1 vez al mes, con suerte 2) por teléfono y cada cierto tiempo recibía una carta. Hoy en día una carta se demora casi 1 mes en llegar de Paris a Lima (acabo de hacer la prueba) imagínate hace unos 25 años y desde Sudan o Chipre. #sacatulinea

A los 15 años vi la luz llegó por fin el internet a mi casa. Por alguna razón que no recuerdo, lo contratamos a través de Blockbuster #wtf. Ahí también compré mi zapatofono celular. Era gigante.

El internet en esa época, se conectaba a través del teléfono. Vale decir que si estabas navegando en internet y alguien llamaba por teléfono a tu casa encontraría la línea ocupada. Quién, que haya nacido antes de los 90’s, no se acuerda del sonido que hacía la computadora cuando trataba de conectarse a Internet. Parecía que los marcianos te estaban mandando un mensaje.

Se acuerdan de los chats que habían antes? eran en una página web, escogías un «nickname» e interactuabas con varias personas a la vez. En uno de esos chats conocí a mi parejo de prom.

Era un Lunes, madrugada en Lima. 1998. Yo me conectaba desde Chipre. Acompañé a mi mamá a un «cyber café»; aproveché para revisar mi mail y de paso ver qué onda con el chat. A esas horas habían 3 participantes y uno de ellos me habló. Yo, que empezaba a ser desconfiada, casi nunca daba mi nombre real a menos que encontráramos algo o alguien en común (colegio, playa…. ya sabes, lo típico de la sociedad limeña). Coincidentemente teníamos varias cosas en común, entre ellas una amiga mía del colegio que iba a la misma playa que él.

No sé si fue porque no se me ocurrió otra cosa que decir, pero decidí decirle que esta amiga en común me escribía dándome el reporte del clima. No me lo inventé pero evidentemente no era para lo único que me escribía. De todos modos me salió bien la jugada porque se ofreció a hacer lo mismo por mi #awwww. Así que le dí mi mail y empezamos a escribirnos cada vez más seguido por lo menos durante SEIS meses, antes de conocernos en vivo y en directo.

Del mail pasamos al ICQ #queviejos #flowerpower donde chateabamos por horas de horas.

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Luego empezamos a hablar por teléfono, sin dejar ni el chat ni los mails. Varias personas que teníamos en común me decían que era guapísimo y que tenía que conocerlo #noseequivocaron.

Queríamos conocernos pero nos daba cosa eso de la «cita a ciegas». Bromeabamos con cosas como «Yo voy a estar con un buzo fosforescente» «y yo con una rosa en la boca» y así nos reíamos. Pero un buen día nos pusimos serios y quedamos para un Sábado a las 3:00pm en el Burger King de Benavides (ese que había en la esquina de la grasa).

Mi papá, que en esa época trabajaba en la fábrica de bocaditos Krimpi #maaasrico, me llevó al encuentro en el Krimpimovil.
Era más o menos así pero imagínate unas pestañas en los faros y una boca sonriente sacando la lengua debajo de los faros

Krimpimovil

Así íbamos por la vida.

El muchacho ya había llegado. Ojo que no había facebook para stalkear. Nisiquiera el Hi5! No había visto ninguna foto de él, pero apenas entré supe claramente quien era. Nos quedamos juntos como hasta las 8:00pm. Después del Burger nos fuimos en taxi a una galería de arte en Miraflores y luego caminamos hasta Larcomar, que acababa de abrir.

Me acuerdo claramente que me invitó una cremolada y luego subimos a comer al Pizza Hut. Yo, que era una pava, no comí nada porque me daba roche.

El me invitó a su fiesta de pre ese año y al año siguiente yo lo invité a mi prom. Nunca pasó nada. Ni un besito #tejuro #porlasarita pero es una historia especial y diferente que recuerdo con mucho cariño. Somos amigos hasta el día de hoy.

Dime si no eran lindas las historias de esa época, en la que todavía estaba el factor sorpresa, en la que los chicos tenían el valor de pedirte tu teléfono y después llamar y preguntar por tí. Cuántos de nosotros hemos pasado el roche de que alguien más (en mi caso mi abuela) levante el teléfono mientras estás hablando o conteste a la misma vez y haga algún comentario como: «ya?? necesito el teléfono» «no te parece muy tarde para llamar a una casa de familia?» «ya corta hijita que estoy esperando una llamada» #killmenow.

Hoy todo es tan simple como saber el nombre de una persona y agregarla al facebook, chatear un poco, encontrarse en algún lado y ver si fluye o no. Ya ni tienen que tocar el timbre de tu casa, te escriben para que vayas bajando y en fin…

El internet en estos tiempos modernos tiene sus pros y sus contras. Es bacán mantener el contacto, poder chatear desde cualquier parte del mundo, mandar fotos, compartir cosas «en tiempo real», la camarita, el facetime y toda la vaina.
A mi por ejemplo, me ha servido mucho en mis relaciones a distancia, empezando por la relación madre e hija e incluso en la chamba.

Pero aunque sé que todo el mundo vive ocupado, yo voto por no perder los detalles, el contacto real. Por escribir una tarjeta a mano, por disfrutar de un buen «date»(con un flaco, con tus amigas, con tu familia) más que una buena chateada, por querer un poco más en el mundo real y menos en la realidad virtual, por menos likes y más abrazos.

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Se necesitan cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer.

Hoy es Martes de Post; pero y si hacemos el Martes del abrazo? Chapa a la persona que quieras y abrázala. Ahora es cuando.

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