Mientras todos ustedes están disfrutando del verano y de la playita #malditasboas, yo por aquí en París con aguacero #niveneciasinti. En este invierno lluvioso y gris #chaqueloconoestoyacostumbrada (said no limeño ever), buscando planes diferentes para animar un poco el ambiente.

Caminar por las calles es lindo, pero digamos que cuando cae el chubasco empieza la lucha cuerpo a cuerpo con la lluvia, el viento y especialmente el paraguas, tratando de dominarlo para que él no me domine a mi #vientoshuracanadosdelsur #marypoppinsstyle .

Así que empecé a buscar planes «indoors».

Nunca he ido a ver al Cirque du Soleil, en ningún lugar del mundo. Cuando me enteré que estaba en Paris con «Amaluna», presioné sugerí ir.

Compramos entradas por internet exactamente para el 13 de Noviembre (el día del atentado) pero nos salieron entradas en sitios separados así que decidimos cambiarlas para otro día.
Ese día nunca llegó ya que cancelaron los shows de la siguiente semana, por obvias razones. #metocoelocho

Entre una cosa y otra nos fuimos olvidamos del tema pero como venía el fin largo de año nuevo, volvimos a buscar. Para mi mala suerte, el show se terminaba el 03 de Enero y no quedaba una sola entrada. #demet #buabuabuaaa

Pero como yo soy necia perservante, quería ir a un circo de todas maneras.
Cuando yo era chica, mi papá me llevaba al circo cada año en Julio, como es tradición en Lima.

Coincidirás conmigo con que de un tiempo a esta parte los circos que hay en Lima son de terror.com #decapacaida, así que hace mucho que no iba a uno.

Para mi buena suerte existe el circo PINDER (No, nada que ver con el tinder) a pocas cuadras de mi casa, al lado del bosque de Vincennes. Así que el Sábado 02 de Enero enrumbamos caminando bajo una lluvia tímida.

Mi galán, que es algunos años mayor que yo, estaba un poco escéptico con el tema del circo pero una vez que entramos en el mood «mágico» no pudimos parar de disfrutar de todo! Del ambiente, de las luces, del algodón dulce, de cada número.

Nuestras caras se iluminaron cuando vimos el carrito del algodón dulce o «Barbe a papa» como le dicen aqui, y bien chanchos, nos compramos uno para cada uno.

El ambiente era increíble y el show estuvo buenísimo! Payasos, acróbatas de todo tipo y de todas partes del mundo, magos… en fin, valió la pena empezar el año con humor, magia y alegría.

Y como ahora no trabajo y tengo todo el tiempo del mundo para pensar en la inmortalidad del mosquito reflexionar, pensé en algunas lecciones que el circo me dejó:

Nunca pierdas la capacidad de asombro

Conforme vamos creciendo dejamos de ilusionarnos por las cosas, empezamos a volvernos escépticos con todo. No dejes de soñar, de dejarte impresionar, de descubrir y ver cosas nuevas y disfrutarlas sin pensar tanto en el «por qué» o «cómo».

Hay que ser perseverantes

Cuando veía a todos esos acróbatas dando saltos mortales, piruetas y maniobras peligrosas pensé en cuántas veces habrían tenido que practicar para lograrlo. Cuántas veces se habrán caído, golpeado, frustrado? Seguramente un millón, pero ahí los ves! Dominando a la perfección lo que hacen, recibiendo aplausos y cariño de la gente. Cuantas veces intentamos algo y nos damos por vencidos muy pronto? Llámalo un deporte, un hobby, una relación, un curso, escribir un blog, poner un negocio, etc. Es muy importante perseverar y obtener la satisfacción de lograrlo.

Los payasos

En la vida te vas a encontrar con mucho payaso. En el trabajo, en el amor, etc.  Tomemos las cosas como son y como de quien vienen. Aprendamos a identificar. No nos tomemos todo tan en serio #liberosis

El show siempre debe continuar

Sé que a veces tenemos problemas, algunos más graves algunos no tanto. Sé que a veces provoca tirar la toalla, patear el tablero. Y sé también que a veces descuidamos nuestro trabajo, nuestras amigas, nuestra vida personal por ciertas cosas que nos afectan en un determinado momento. Resolvamos un tema a la vez y no dejemos que nos nuble, que nos afecte de tal manera que perdamos el enfoque y el entusiasmo por lo demás.