A veces pienso que soy la reencarnación de Laurita de Carrusel #estaaanromantico. Felizmente con otro puerco cuerpo pero recontra Floricienta y hasta un poco Susanita de Mafalda.

Soy piscis, el mundo me hizo así. Soy sentimental, soy enamorada del amor, soy una melcocha, recontra camotuda.

Sucede que toda esta combinación sumada a mi candidez, me ha dejado más de un tajo, un chuzo en el corazón.

Amiga, he sufrido. He sufrido cantidá. No solo por las cosas que me han pasado sino porque mi personalidad es así.  Me costó años entender que las personas no actúan de la misma forma que tu lo harías. La gente no tiene los mismos límites ni la misma perspectiva de las cosas. Y aunque hoy lo entiendo más, me sigue costando un poco.

Y es que hay de todo en esta viña del señor. Si, puede que uno mismo atraiga a ciertos personajes y puede que simplemente sean lecciones que tienes que aprender.

Algunos otros pensarán también que es el karma.

A través de los años he conocido a personas en las situaciones menos pensadas… en el avión, comprando un panguche en la San Antonio y hasta una vez de carro a carro.

Lo positivo? es que tengo mil historias divertidas que contar y en algunos casos, aunque no funcionara me han quedado buenos amigos.
Lo negativo? es que esa falta de filtro me ha hecho toparme con a cada personaje más rayuela que el otro.

Estoy convencida de que cada persona se cruza en tu camino por algo. Alguna lección hay que aprender o algún aporte harán en tu vida. Como ese enamorado que me duró poco pero del que tengo muy buenos recuerdos y que además, se dio el trabajo de enseñarme a manejar en su camioneta #unsanto y de presionarme para que saque el brevete, viejonaza a los 28 años.

Pero también como el personaje que me engañó una y otra vez. No solo con una. Ese «encantador de serpientes» que, aunque yo me considere una mujer inteligente, me convencía siempre. Esa historia merece otro post, pero hasta de todo esto aprendí. Y mucho. #acochachosaprendi

Cómo seremos de pánfilas las mujeres que a los hombres les perdonamos todo. Dos años después,  me crucé con la que para mi (y todo Lima), era «la ex» de este último personaje.

Yo nunca la había visto en vivo y en directo pero la reconocí corriendo por el parque. La reconocí, pero le di la misma importancia que cuando pasa una paloma, sin embargo ella se tomo el trabajo de gritarme «FEA». #esonopensabatuflaco

Ella, que hoy vive y tiene un hijo con él, que es bastante mayor que yo, y que nunca en su vida ha tenido noticias mías, porque a ese paquete se lo regalo envuelto y con moñito, se tomó el trabajo de gritarme, delante de otras personas. Me sentí bien importante la verdad.

En fin. De todo esto se aprende, de las relaciones cortas, de las relaciones largas, de las que fueron lindas pero se acabó (o nunca hubo) el amor del bueno, y de las que fueron tormentosas. De los dates que no terminan en relaciones y de los que al primer intento de gileo meten la pata con su «approach».

Durante todo este tiempo me he topado con una serie de especímenes y he escuchado una serie de excusas y argumentos inverosímiles.

Por ejemplo esos que tienen enamorada pero no pueden dejar de pensar en ti. No caigas amixer. Karma is a bitch. Si no puede dejar de pensar en ti, que termine con su flaca #condoshuevos y luego venga a buscarte.

De esos que te llaman o escriben a las 3:00am porque se mueeeren de ganas de verte, pero en horario normal nada, manan, naranja huando, no existes, no nos llames nosotros te llamamos.

De esos que a la segunda cita te hablan de futuro y tu solo quieres salir corriendo.

De esos que recién te conocen y te proponen caer en tu casa «a ver pelis pues, llevo un vino». Qué te hace pensar que es plan para mi que vengas a mi casa, donde vivo los 365 días del año, donde tengo que atenderte y encima lavar después. Chambea un poco, no? De hecho me pasó con un muchacho, le dije que mejor salíamos a comer y no tuve mejor idea que llevarme al Papa Johns. #picsaconpecsi

Esos que tratan de hacerte especial y saben bien como hacerlo, pero con un fin específico. Heads up: Si te dice que te quiere, mejor que te diga para qué.

Mujer, atenta, te voy a decir un «secreto» no importa nada de lo que te diga, NADA, si no actúa en consecuencia.

Las palabras se las lleva el viento, el chat lo aguanta todo pero tu ahi vas por la vida esperando que un buen día se levante y por arte de magia te escoja a ti, o que se levante con una dosis de compromiso desconocida para él (al menos contigo) hasta el momento.

El te va a decir mil cosas, que su última relación lo dejó traumado, que su infancia, que no sabe lo que tiene, que le tiene miedo al compromiso, que no hay necesidad de etiquetarlo todo y en fin, tu recontra mongasa te la vas a creer.

Tu no eres ni su vieja ni su psicóloga. Que alguien más se mande la chamba de arreglarlo, porque tu NO lo vas a hacer.

La buena noticia es que si fuiste cándida como yo, no una sino varias veces, es que después de un par de cachetadas de la vida, te juro que aprendes. #porlasarita

Ya no caes en el juego, prefieres que te pinten la cancha (o quizás pintarla tú) y decidir si entrar en el juego o no. Las palabras ya no te dicen nada. #obrassipalabrasno

No hay una receta mágica para las relaciones. Cada persona es un mundo y por ende cada relación tiene una dinámica distinta. Pero personalmente pienso que el respeto y la honestidad son universales.

Lo más importante de todo es que te valores y  seas consciente de que te mereces algo muy bueno; lo que tu decidas que sea bueno para ti, así sea un chico o tal vez estar sola. Que tengas claro con lo que quieres y puedes lidiar y con lo que no. Pero sobretodo que lo que elijas, te haga realmente feliz. No un poco, no a medias, sino plenamente feliz.