Tengo la suerte de haber pasado la mayoría de años nuevos viajando.

No, no soy millonetas. Ni cerca. Simplemente tengo la estrella viajera y una mamá que vivió en otros países desde que tuve 5 años.

He vivido muy de cerca historias de deudas. No tengo tarjetas de Saga ni de Ripley, soy enemiga de las deudas y aunque a veces compro chuchería y media, prefiero dejar de comprar cosas y gastar en VIVIR, en viajar, en comer rico, en pasar tiempo con personas queridas.

El 2015 lo recibí con mi mamá, en un crucero camino a Cozumel.

Fue un año nuevo diferente, especial y divertido. A las dos nos encanta el mar y viajar #enelmarlavidaesmassabrosa.

El 01 de Enero lo pasé varada tirada en la orilla de ese mar maravilloso tomando margaritas #queduravida

Volví a Lima feliz luego de una buena dosis de montañas rusas, juegos mecánicos y un rico relajo en el crucero.

Había cambiado de trabajo a uno con mejor sueldo, así que  alquilé una casa de playa en el sur chico en la que pude celebrar como fiesta patronal #quenoparelafiesta mi cumpleaños, que cae en el verano del hemisferio sur.

El primer trimestre parecía fluir de maravilla, a pesar de una serie de eventos desafortunados (si eres nuevo, revisa los primeros posts #colaborame) que involucran la pérdida de mi maleta preferida con todo lo necesario para el verano 2015, un número importante de iphones en mi haber, una extracción TRAUMATICA de 2 de las 4 muelas del juicio y así, una serie de piedritas en el camino que a la misma vez fueron grandes lecciones de desapego y señales para cambiar de rumbo.

En Mayo cumplí una de mis metas para el 2015 y  volví a Madrid, una de mis ciudades favoritas del mundo. Junté km por km en mi LanPass y canjeé mi pasaje.

Siguiendo con esa frase que dice «Una vez al año, anda a algún lugar que no hayas ido»me fui con una de mejores amigas a Málaga para relajar en la playa y encontramos un lugar maravilloso llamado Nerja.

Suerte que volví relajada porque al final de Mayo, en la misma semana, se cayeron 3 cosas: la posibilidad de volver a mi trabajo anterior, el trabajo soñado en Europa para el que estaba en la recta final y en mi trabajo actual harían la segunda reducción de personal del año #chanfle #metocoelocho.

De pronto mi vida dio un giro inesperado. Cambiar de carro en el 2015? Comprar un depa? Lejos de eso, para el final del primer semestre del año estaba desempleada.

Si, dejé un trabajo de 11 años por uno nuevo en el que estuve 10 meses. Pero sabes qué? No me arrepiento. Las cosas pasan por algo #porlasarita y yo necesitaba un cambio.

Trabajé hasta fines de Junio y a las dos semanas viajé con mi familia, como en los últimos años, por el cumple de mi prima. Esta vez nos fuimos a Máncora y lo pasamos lindo.
Fue una suerte de despedida ya que a los 2 días estaba viajando a Paris, con un pasaje sin retorno. #mealoque

En el lugar y momento menos pensado, había conocido a un galán franchute, con el que fluyó todo de una manera increíble y natural.
Vendí mi carro, agarré mis petacas y 3 meses después de conocerlo, estaba viviendo en Paris con él. #noaptoparacardiacos

Llegué a Paris a un departamento de 34mt2, sin trabajo, sin hablar francés, sin conocer tanto a mi galán, sin haber convivido antes, sin saber cocinar.

Hoy puedo comunicarme en francés. He tenido la suerte de estudiar un idioma que siempre me gustó, de descubrir una ciudad maravillosa, de empezar este blog, de viajar por Europa y de tener una persona increíble a mi lado.

Hace 6 meses que no trabajo y he sobrevivido.

Si, claro que me ha costado separarme de mi papá, de mi familia en general, de mis costumbres, de las comodidades con las que uno vive en Lima, poner en stand by mi desarrollo profesional, perderme eventos importantes, entender que la gente sigue con su vida y que, aunque el cariño siempre esté, estando lejos uno va quedando de lado. Pero el balance es positivo.

Me gusta hacer el balance y recuento del año ya que uno suele olvidarse de las cosas buenas y no nos damos cuenta de la suerte que tenemos.

Cada año apunto mis metas en mi agenda (la Pascualina, la Maitena, hoy Mr. Wonderful). Me gusta terminar el año y revisar cuales he podido cumplir. Siempre trato de tener un «norte», aunque la vida me sorprende una y otra vez y lo cambia todo.

Me gusta también decidir lo que quiero dejar atrás con el año que se va y me da esperanza e ilusión pensar en lo que vendrá en el siguiente.

Hoy mi vida es incierta. No sé que me deparará el 2016.

Pero no está nada mal recibirlo en Paris, no?

No, no te estoy diciendo que lo dejes todo y te vayas lejos. Lo que quiero decirte es que a veces nos aferramos a una sensación de seguridad (yo lo hice por años) que no siempre nos trae felicidad ni plenitud.

Siempre que puedas intenta salir un poco de tu zona de confort, es la mejor manera de acumular grandes experiencias, de retarte un poco, de volverte creativo con tus recursos, de intentar ser más feliz.

Si no funciona? Pues lo habrás intentado y será una experiencia más que enriquecerá tu vida.

Llámalo cambiar de trabajo, viajar sola, terminar con esa persona que no te hace feliz, meterte a un curso, cambiar de rumbo, escribir un blog.

Hazlo. No lo dudes. No te quedes con las ganas.

Feliz 2016 y una vida muy feliz 🙂