Nunca te ha pasado que te pones aventurero y decides preparar un postre delicioso?Tal vez para ti, tal vez para alguien especial.

Hace tiempo que tenías ganas de intentar pero te parecía muy difícil y en el fondo pensabas que la ibas a «regar» #laneta.

Revisas cuidadosamente la receta , evalúas los pasos a seguir, decides comprar los mejores ingredientes y le pones toda la onda para que salga súper bien.

Prendes tu musiquita, haces el mise en place, te sirves una copa de vino y empiezas a disfrutar del proceso. Le pones ganas y amor, de verdad que si; en el camino vas imaginando lo rico que va a quedar. Sigues todos los pasos que te indicaron para lograr el resultado esperado, pero CHAN, se te pasa el punto del merengue, el maná parece una suerte de huevo revuelto o la torta termina pareciendo una rampa.

Qué pasó?? Y qué sé sho…. A veces le ponemos onda a las cosas y no salen de la manera que lo esperamos aunqe otras veces lo decretamos desde el principio «no, está súper difícil, no creo que me salga bien«.

Stop! Detente #tienessudorenlafrente #thaliamode. Ni por un minuto jales esa energía negativa para tu vida, que el subconsciente no tiene sentido del humor y lo registra todo.

Y sobretodo, vuelve a intentarlo. Cambia el horno, cambia algún ingrediente, pero no te des por vencido.

La vida me trata de enseñar muchas lecciones #sinparar #unayotravez y para efectos de este blog te quiero compartir algunas de las recientes.

No, este no es un blog de metafísica, pero te juro #porlasarita que he comprobado que la mente tiene poder. «No puedo» y no vas a poder, o por ejemplo como mi prima; ella viajaba el Viernes pasado a Nueva York en búsqueda de nieve por un pedido especial de mis sobrinos. El Miércoles conversamos, revisamos juntas el pronóstico del tiempo y «pucha madre, ojalá que haya nieve, mentalízate».

Siguiente escena: tormenta sin precedentes. Vuelvo cancelado. Ahhh tu querias nieve? Ahistaaa.

Ni mi prima ni yo somos «Sabrina, la bruja adolescente» (no sólo porque estamos lejos de ser adolescentes… aunqe brujas quizás #ylosabes) ni somos las causantes de tremenda tormenta, pero es un pequeño ejemplo de todo lo que puede suceder cuando realmente lo deseamos. Para bien y para no tan bien.

Hace un tiempo empecé a darle vueltas a algo en mi cabeza que terminó sucediendo sin que realmente lo haya planeado. Así que cuidado con lo que piensas y deseas.

La siguiente lección que aprendo una y otra vez es la de «nunca digas nunca». Te prometo. No digas «de esta agua no he de beber» ni empieces con lo de «viste lo que hizo Fulanita? Chaque yo nunca lo haría» o «yo nunca trabajaría ahí» o «no, ese lugar no es para mí, ni quisiera vivir ahí» porque estás tentando al destino y te puede pasar.

Mi mensaje de hoy es corto pero claro y conciso: piensa bonito para que pase bonito.  No le des tanto espacio a tus miedos. No dejes que que pesen más que las ilusiones y las cosas positivas. Cree en ti. Entiende que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento y sucede por algo #ynoescliche. Mantente abierto a todas las posibilidades y enfócate a pensar y desear con todo el corazón las positivas, en vez de atraer las negativas.

Y siempre, siempre. Toma las posibilidades que se te presenten. Aunque no salgan como lo esperabas.

Sé que nadie aprende nada de lo que se les dice hasta que les pase #neciaeresno. Pero si al menos a uno de ustedes le sirve esta liber-filosofada estaré feliz.