Hoy toca Coldplay en Lima y soy feliz #VivaLaVida.

Me declaro fan de la música en general. No sé ningún detalle relevante de casi ningún grupo. No sé exactamente los nombres de los integrantes, ni de sus discos, ni los años en los que los lanzaron ni soy miembro de un club de fans. No sé tocar ningún instrumento pero aún así, soy fan. Soy fan de la música en general. De todos los estilos, algunos más que otros.

Mi abuelo croata llegó a Lima después de la II guerra mundial y para él habían pocas cosas mejores que ver a su familia reunida y subir por las noches a la azotea (No, no teníamos terraza ni un duplex con piscina #Aluciiiina), improvisar una silla, una mesa, una lamparita, una radio del rey pepino (eso si, bien moderna con su cassetera #TampocoTampoco) y su cassette de la novicia rebelde, hoy mi película favorita.
El me enseñó las cosas simples y más maravillosas de la vida.

Así pues, y sumado a mi personalidad de Laurita de Carrusel #EsTanRomantico #PicaraSoñadora me fui volviendo fan de la música. Empecé soñando con galanes platónicos escuchando las romanticadas de la época #SeFueSeFue #YoSeQueEsMentira y luego fui refinando mis gustos y filtrando un poco (pero de que me las sé todas, me las sé).

Mis papás no se quedaban atrás. A ellos también les gustaba mucho la música. Mi papi por ejemplo, me heredó un cassette increíble de Pablo Milanés con Silvio Rodriguez #HayVariedad.

Confieso que escucho de todo un poco. La gente se sorprende de mis gustos musicales pero para bien y para mal #AMuchaHonra.  Puedo vivir mis días sin televisión, aunque confieso que Netflix se está ganando un lugar muy especial en mi corazón, pero no puedo imaginar mis días sin música.

Tengo playlist para cada ocasión y me doy el trabajo de armarlos. Está el pachanguero, el tranqui, el mi onda, el de las favoritas de la vida, las oldies, las ochenteras, en fin. Cada día de mi vida empieza con música.

Tuve también la suerte de encargarme de la coordinación de grupos de artistas en uno de mis trabajos #DreamJob. He tenido la suerte de haber conocido (ya bueno, en algunos casos solo «haber visto») a Paul McCartney, a Oasis, Duran Duran, Robert Plant, Robert Smith, Norah Jones, JLO, Beyonce, Avril Lavigne, Moby, Morrissey, Lady Gaga entre otros.

He ido a otros tantos conciertos más. Desde Red Hot Chili Peppers o Greenday, pasando por Gilberto Gil y terminando en Backstreet Boys #NoMeJuzgues. Algunos por cortesía de mis amigos productores, algunos por cortesía de los trabajos de otros amigos y algunos bien pagados  y bien disfrutados #ChancandoNoma.

Con Paul McCartney #MaestrodeMaestros tengo la suerte de tener una foto y de haber podido invitar al concierto a 3 de las personas más importantes de mi vida: A mi papá, a mi mamá y a mi tia querida madrina quien hoy me aloja y me engríe en este período de adaptación.

Disfruto cada segundo de un concierto. Disfruto ponerme mi ropa conciertera (dependiendo del grupo #Rocker), disfruto el caos de la entrada, disfruto las multitudes gritando y saltando con ese feeling las canciones de sus artistas favoritos, disfruto tomarme unas chelas cuando el local lo permite, disfruto comerme un choripan #Oink, disfruto cantar a todo pulmón, disfruto hasta el rico tráfico limeño de ida y vuelta #ContraEseMalUnasChelasPalCamino  y hasta tener que acostarme a altas horas de la noche un día de semana, porque después de cada concierto me duermo feliz, con el corazón contento.

Porque nada es lo mismo después de ir a un concierto que quizás esperaste por muchos años, porque la vida te cambia para siempre después de haber visto y escuchado en directo #MeroMerito a un cantante o grupo, porque cuando suena una canción en la radio o en tu Spotify te teletransportas a ese momento increíble en el que cantaste junto a otros millones de personas con tanto feeling esa canción.

Puede que hoy no tengo tantas cosas materiales. Quizás nunca las llegue a tener porque no es mi meta. Pero cada vez que pienso y recuerdo cada uno de mis viajes, cada plato de comida espectacular que he comido en algún restaurant increíble y cada uno de esos momentos de adrenalina y felicidad que he tenido gracias a la música, mi corazón es feliz.

Hoy toca Coldplay y soy feliz.

Y para los fans, dejo este videito por aquí para ir calentando #NoLoMiresMuchoQueEsMiNovio.